El Relámpago deslumbró de nuevo en el Estadio Olímpico de Londres. Un
destello que duró 19 segundos y 32 centésimas. Nueva medalla de oro. Le
secundó su amigo y compañero de entrenamientos Yohan Blake, como había
sucedido en los 100 metros, que terminó con una marca de 19.44. Triple
jamaicano, porque Warren Weir escoltó a sus maestros con 19.84. Festival
de los amantes del reggae.
Bolt hizo una curva fantástica, por la calle seis, y llegó ya a la
línea recta con ventaja. Sólo Blake estaba en disposición de discutirle
el trono, tímidamente. Yohan tiene una recta final espléndida, pero no
hubo remontada. De ninguna manera. Bolt se permitió, incluso, el lujo de
dejarse ir en las tres o cuatro últimas zancadas. Se quedó a dos
centésimas de su propio récord olímpico.
Cuarto fue el estadounidense Wallace Spearmon (19.90) y a
continuación entraron el holandés Churandy Martina (20.00), el francés
Christophe Lemaitre (20.19), el ecuatoriano Alex Quiñonez (20.57) y el
sudafricano Anaso Jobodwana (20.69).
Bolt tiene ya cinco medallas de oro en los Juegos (tres en Pekín 2008
y dos en Londres) y es el único atleta de la historia que ha conseguido
renovar su título en los 200 metros. Otros lo habían intentado, pero
ninguno lo consiguió: su compatriota Don Quarrie fue oro en Montreal
1976 y bronce en Moscú 1980; el estadounidense Carl Lewis ganó en Los
Ángeles 1984 y fue plata en Seúl 1988, y el también norteamericano Shawn
Crawford venció en Atenas 2004 y conquistó la plata en Pekín 2008,
precisamente tras Usain.
Otro título espera al insaciable buscador de oro: el de los 4x100
metros. Las series, hoy (en las que no actuará), y la final, mañana.
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